Camino de los Molinos

José Rico Romero Enero de 2009

La cercanía de las riveras Pelada y Fresnera y el aumento de población parecen ser determinantes en la construcción de los molinos de agua viva en El Cerro, pues de las tres fábricas existentes en 1572, se llegará a dieciocho, en 1751.
En la primera de las riveras pueden estudiarse restos de ocho fábricas.
En la actualidad, se conservan restos de quince ejemplares.

La posesión por herencia o compra-venta de estos ingenios originaba pleitos y desavenencias familiares, presumiblemente por la importancia de esta incipiente industria que posibilitaba la molienda del trigo.

La actividad de los molineros originó casi siempre unas conductas de “pillería” y alguna que otra cancioncilla relativa e ello.

A continuación realizamos un recorrido por ocho de los molinos de los que podemos encontrar restos en la ribera.