Asentamiento “EL CERQUILLO”

El asentamiento de El Cerquillo se encuentra en la pedanía de los Montes de San Benito, en el término municipal de Cerro de Andévalo (Huelva), a unos seis kilómetros de la minas de Tharsis. Se descubrió en 1997 y los peligros de derrumbe de parte de su muralla motivaron la realización de dos  campañas de excavaciones de urgencia que han permitido definir su cronología, su adscripción cultural y su economía.

 Del resultado de los distintos cortes efectuados en ambas campañas se desprende que el poblado estuvo delimitado por una cerca perimetral que se adapta a la topografía original del sustrato, y rodea una superficie habitable de 2,5 hectáreas. En los cortes C y E de la campaña de 1999 se documentaron dos niveles superpuestos sobre los restos del momento inicial de fundación, que han permitido definir la evolución urbana del asentamiento, una primera fase de poblamiento abierto en las zonas más altas del cerro donde se asienta, y una segunda fase en la que la ocupación se extiende hacia las laderas medias y bajas y se fortalece su posición con la construcción de la muralla. Los cortes efectuados junto a la muralla muestran que parte del caserío se adosa a la línea interior del mismo con unidades de habitación donde dominan los habitáculos de planta rectangular, un esquema ya imperante tanto en el mundo turdetano de la campiña como en los asentamientos conocidos de la Betuna Céltica de la Sierra de Huelva.

La muralla perimetral parece responder a un esquema planificado. Se asienta directamente sobre la roca base, aunque a veces se observan pequeños preparos para conseguir la horizontalidad de la roca que le sirve de firme. Por lo general se crea una cimentación de grandes mampuestos sobre los que se disponen, de manera regular y ordenada, las tongadas de lajas de pizarra. El hecho de que las cimentaciones de las casas y de la muralla se realizaran sobre el sustrato indica que es una fundación ex nono, lo que confirma el registro cerámico, sin evidencias artefactuales de periodos precedentes.

 El elenco cerámico que ha proporcionado la excavación ha sido abundante. Sobresalen por su mayoría porcentual las cerámicas a tomo, sobre todo de cocción oxidante, lisas o decoradas con pintura, tanto monocromas como bícromas. Aparecen también entre estas cerámicas a torno.

 Debido al alto grado de erosión de la última fase de ocupación, los elementos que mejor definen la cronología del asentamiento proceden del relleno de la muralla y de las áreas de habitación de la fase H. Sus paralelos son abundantes en las poblaciones turdetanas de la Baja Andalucía entre fines del siglo V y el siglo IV a.C., especialmente las ánforas. Esta datación está corroborada por la presencia de algunas copas áticas del pintor de Viena 116, características de los talleres áticos del siglo IV a.C.algunas formas de cocción reductora, con pastas groseras, que corresponden a cerámicas de cocina de paredes ahumadas. El repertorio tipológico incluye platos, cuencos, copitas, ollas, urnas, lebrillos, morteros, y ánforas de filiación gaditana. Un segundo grupo cerámico, meno

Las cerámicas a mano remiten a un ambiente propio de las poblaciones de la Beturia, y nos marca una línea de contacto y aculturación con las poblaciones de la Turdetania a la altura del Andévalo.s numeroso, está formado por cerámicas a mano, de cocción reductora o irregular,  en ocasiones con decoraciones incisas, estampilladas, e impresas sobre cordones o mamelones.

Tanto en la superficie del asentamiento como en los cortes arqueológicos realizados en las dos campañas de excavación, uno de los elementos que mejor nos definen la economía de esta población es la abundancia de mineral, escorias de sílice libre, pequeñas coladas de escorias de sangrado, y fragmentos de paredes de hornos metalúrgicos. No se observan, sin embargo, rastros de escoriales, lo que puede interpretarse en primera instancia como un tipo de producción metalúrgica doméstica, que no delimita, como sucede en los casos de Riotinto o Tharsis, áreas propias de fundición industrial.

El mineral que se ha recogido en la excavación es gossan (óxidos e hidróxidos de hierro), que procede de las monteras de las masas de piritas. 

Los depósitos más cercanos son los de Tharsis, pues la mina más próxima, la concesión Nerón, es una formación filoniana de sulfuros de antimonio (estibina) que se extiende en varias pertenencias a lo largo de 6 a 7 kilómetros (Nerón, Esmeralda, Contigua, etc); arma entre pizarras silurianas arcillosas y no se presenta al exterior con crestones oxidados sino con afloramientos blandos de color amarillento.

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