El 15 de junio de 1251, Fernando III concedió a la ciudad Sevilla, tras su conquista a los árabes, el privilegio de posesión sobre grandes extensiones de tierras y lugares, entre las que se encontraban "...Zufre, Aracena, Almonaster, Cortegana, Aroche, Mora, Serpa, Ayamonte, Alfayat de la Peña, Andévalo... Sotiel, Tejada...". Dos años después, en 1253, Alfonso X confirmaría el privilegio de su padre concediendo a Sevilla estos lugares y sus términos y todos sus derechos, excepto el de almojarifazgo (A.M.S.). 

Cabeza y lugar de Andévalo sirvieron para denominar un extenso territorio: Campo y Cerro de Andévalo.

Véanse, brevemente, los intentos de repoblación de este espacio físico.

En 1290, un primer enclave lo configura la aldea de Castillejos. 

En 1293, el rey Sancho IV ordena al consejo de Sevilla la construcción de una serie de castillos y nacen en torno a ellos las poblaciones de Encinasola, Cumbres de Enmedio y Torres.

En 1299, continúa la repoblación con la concesión de una dehesa para pastos en el castillo de Alhaje, muy cerca de la actual La Puebla de Guzmán.

En 1309, Juan García, el repartidor del rey, delimitó una dehesa boyal para uso de nuevos pobladores en la puebla de Cabeza de Andévalo. Esta dehesa respetaba las tierras de pan sembrar que Julián Pérez y sus hermanos, Miguel y Antonio, habían roturado como pioneros de estos lugares, por juro de heredad.

En 1311, Niebla puebla Villanueva de Alfayar y a partir de estos poblamientos y de la Alcaría de Juan Pérez, nacería Puebla de Guzmán.

En 1327, Vicente Yáñez, por iniciativa particular compra a Lorenzo Yáñez y su mujer Dª Romera, la Corte del Calvo en Campo de Andévalo y la pone en explotación, recibiendo una provisión de Sevilla, el 22 de octubre de 1327, dirigida al condado de Niebla.

Collantes de Terán recoge una noticia de fuentes eclesiásticas donde se dice que dos lugares de la región, El Cerro y La Nava, en 1387, están despoblados.

De todas formas, poco tiempo duró la despoblación de El Cerro, porque cuarenta años más tarde, en 1427, ya está de nuevo poblado y debió tener vida concejil, porque posee cárcel; no obstante, este poblamiento debió ser muy precario, porque en 1479, con ocasión de las guerras entre Castilla y Portugal, El Cerro, junto a otros pueblos de la Sierra, está destruido.

Para conocer documentalmente un nuevo poblamiento, ya definitivo, ha de esperarse hasta 1502, en que según los propios  vecinos son un total de "220 vecinos pecheros  con viudas y menores" (A.G.S.).  

En este siglo XVI iniciarán los cerreños una larga lucha judicial por ampliar su término municipal, a la par que van consolidando sus formas de vida, sabiendo quienes y cuántos son, luchando por la administración de las tierras realengas, intentando la construcción de un pósito que les ayude a evitar calamidades, pagando sus tributos, disfrutando de un territorio colmenero... a la par que construyen su parroquial, se constituyen en hermandades religiosas, crean capellanías, levantan hospital para enfermos... y son gobernados conforme a las ordenanzas sevillanas y a los acuerdos de cabildo... y los escribanos públicos dan fe de sus noticias. Hasta fueron capaces de enviar a sus hijos a estudiar a la universidad de Salamanca.

Resumen de pleitos, diligencias de deslindes y pastos comunes de El Cerro.

Litigantes

Años

Conceptos

Escacena, Paterna y Sevilla

1544/1740/1741/1829

Mancomunidad sobre Campo y Sierra de Tejada

Bodonal

1587

Tierras de Bodonal

Sevilla

1609/1611/1619

Propiedad sobre las dehesas de Arriba, Abajo, Anguilla, Cobica, Malagón y Malagoncillo

Niebla

1611/1692

Deslinde de términos

Cortegana y Almonaster

1561/1845

Propiedad sobre Valdelamusa

Cortegana y Almonaster

1610/1848

Deslinde de la Garnacha

Cabezas Rubias

1684

Mancomunidad sobre la dehesa de Albarranas Rubias

Cabezas Rubias

1552/1555/1660/1667/1670/
1680/1848/1872//1889/1933

Deslinde de términos y deslinde de la dehesa “El Rincón”

Duque de Medina Sidonia

1704

Posesión de la dehesa La Cobica

Puebla de Guzmán

1796/1870

Deslinde de términos

Calañas

1868

Deslinde de términos

Alosno

1854

Deslinde de términos

Villanueva de las Cruces

1861/1871

Deslinde de términos

En la centuria siguiente, la guerra con Portugal marcó unos años de considerable dificultad en el desarrollo económico y demográfico de El Cerro, pero al paso del tiempo la comunidad se autorregulaba y crecía y se dispensaba las oportunidades para hacer la vida más llevadera y justa, pues los acuerdos generales del cabildo son documentos significativos de ese intento de regulación y crecimiento y dejan ver con palmaria claridad el devenir diario de la sociedad que conforma El Cerro, donde el número de pobres y jornaleros duplica al de agricultores y ganaderos, fijando límites, estableciendo conductas de aprovechamiento y tributos, imponiendo penas...

Con todo, el acontecimiento de la institución patronal de San Benito marcaría para siempre una indeleble significación que rebosa interés, porque se coló en lo más hondo del sentir cívico-religioso de los vecinos y ha permitido, a la postre, que se siga rememorando y actualizando aquella lejana institución. 

Durante el siglo XVIII, los cerreños ampliaron, en dos ocasiones, la muy capaz parroquial “N.ª S.ª de Gracia”, se autorregulan su vida civil con sus propias ordenanzas municipales, crean dos Escuelas de Gramática y una Cátedra de Latinidad... 

Los primeros años de la siguiente centuria estuvieron mediatizados por la presencia de las tropas francesas y españolas en el propio casco urbano, causando grandes destrozos las primeras y cuantiosos gastos de guerra las segundas. 

Poco después El Cerro se constituiría en Partido Judicial de la provincia de Huelva y un particular crea una extensa obra de beneficencia. Se llevó a efecto la desamortización de los bienes civiles y eclesiásticos y comenzó a desarrollarse la fiebre minera que Deligny había contagiado, llegando a denunciarse casi 600 minas en la segunda mitad del siglo.

En la primera mitad del siglo XX, los cerreños siguen dotándose de elementos comunitarios que posibiliten mejores formas de vida y, así, se construyen una plaza de abastos, habilitan una casa-cuartel para el uso de la Guardia Civil, se instala una estación radioeléctrica y compañía de electricidad... Se crea una Academia de Música, un Círculo Recreativo... y comienza  jugarse al foot-ball..

Texto: Jose Rico 2003

La minería

La minería ha sido siempre un bastión en la economia de nuestro pueblo. Hoy en día, tras un largo periodo en el cual no ha habido explotaciones mineras, ha vuelto con fuerza, aunque nos gustaría que tuviese mayor incidencia en el empleo en nuestro pueblo.

Existe una relación de concesiones mineras a partir de 1858 (Archivo de la Diputación Provincial de Huelva).

SANTA BARBARA, SAN  CRISTOBAL, HERCULANO, LAS GUERRAS, SANTA CECILIA, EL ENREDO, DOÑA PETRA MARTIN, ENCARNACION, CALATRAVA, DON FELIX, LA DICHOSA , SAN RAFAEL, LA JOYA, LA AMISTAD, SANTA RAFAELA, SAN BARTOLOMÉ, LA MINA DE NERON, SAN JOSÉ, SAN JULIAN, LOS DOS AMIGOS, LUCRECIA, LA DELEITOSA O LA ESPERANZA.

Gran parte de ellas de manganeso, pero también de cobre, antimonio o plomo.

MINA DE NERÓN.

Situada en una finca privada denominada El estibial, muy cerca de la ermita de San Benito, al suroeste del término municipal de  El Cerro de Andévalo. Se trata de una mina filoniana de antimonio en la que se explotaron los óxidos y la estibina.

La explotación se constata en época romana con galerías horizontales típicas de la explotación de este periodo. En el siglo XIX se vuelve a explotar, quedando restos de las casetillas en las que se incrustaban las máquinas de vapor utilizadas para extraer el mineral, esta vez a través de pozos horizontales, que por otro lado han permitido ver las galerías de época romana.

Actualmente se pueden observar las escombreras en medio de una recuperación ambiental realizada de forma natural.

La primera denuncia de explotación sobre esta mina la realiza Domingo Dabrio, el día 6 de enero de 1874, solicitando la adquisición de doce pertenencias para extraer mineral de plomo y otros minerales.

A finales de 1888 la mina sale a subasta por falta de pago de los impuestos y la adquiere Don Julio Rivera por 460 pesetas. No obstante, Don Julio Díaz, la había adquirido en Sevilla, en marzo de 1878 y pide la anulación de la subasta.

La documentación demuestra que la mina se viene explotando hasta 1890.

MINA LA JOYA

Metal, arrancando desde los años 1882 hasta 1888, 91.301 Tm, con ley en cobre que no baja de 3%. Para transportar el mineral hasta los embarcaderos de Huelva, necesito construir un ferrocarril de línea estrecha desde la propia mina hasta las cercanías del apeadero del Tamujoso, con conexión con la línea Huelva- Zafra.

La primera denuncia sobre la mina, la realiza en marzo del 1987 Don Manuel Vázquez López, para explotación de manganeso. Una segunda y tercera denuncia, la efectúa Don José Rodríguez García, en 1880, con doce pertenencias de mineral de cobre.

Ambas concesiones caducaron por ley el 31 de diciembre de 1924 y rehabilitadas en diciembre del año siguiente, siendo definitivamente caducadas por inactividad en 1976.


Imagen de la montera con indicios de explotación de época romana.

La fiebre minera de Deligni se extiende por todo el Andévalo y por ende, en El Cerro. A fines de los años 50 del siglo XIX comienza a verdecer algunas denuncias para explotaciones que se quedan en intentos de esperanza de explotaciones. Algunas concesiones son la sociedad de La Constancia, que después se llamaría empresa minera Nueva Río Tinto, en 1855.

LOMERO POYATOS

POBLADO

Las primeras casas del poblado de Lomero posiblemente se construyeron, entre 1855 y 1867, años en los que la "Compagnie des Mines de Cuivre d' Huelva" explotó dicha mina. Posteriormente, a partir de 1900 la "Sociedad Francesa de Piritas de Huelva" construiría el resto, en realidad la mayor parte del poblado que ha llegado hasta nuestros días. No se trata de un poblado demasiado grande y está situado a Levante de las explotaciones mineras. Se compone de tres manzanas de casas en hilera, con un total de 18 viviendas. Cuando aumentó la mano de obra en las minas, las casas se dividieron para albergar así a más trabajadores sin necesidad de hacer nuevas construcciones y llegaron de esta forma a ser unas 40 viviendas. Actualmente la mayoría están en ruinas y solamente unas pocas están habitadas por personas que suelen pasar allí los fines de semana.

MINA LOMERO POYATOS

Aunque en ocasiones se han descrito por separado, Pinedo (1963) considera que, al estar unidos sus criaderos por su parte inferior, es mejor considerarlas como una única mina de pirita ferrocobriza. "El Lomero" está situada en el término municipal de El Cerro del Andévalo y "Poyatos", más occidental, en el de Cortegana, concretamente en la Dehesa de la Garnacha, pequeño islote separado del resto del término serrano (mapa 937-II). Limita al Oeste con la mina de San Telmo, de la que está separada unos 3 Km, mientras que hacia Levante encontramos Confesionarios, Aguas Teñidas y el poblado de Valdelamusa a 5 Km. Dista por tanto de Huelva, por ferrocarril, 74 Km y unos 83.5 Km por carretera, por Calañas, y 119.5 Km por la CN - 435.

Situada en la parte Norte de la faja pirítica onubense, constaba a finales del siglo XIX de 13 concesiones con una superficie total de 199,53 Ha, propiedad de la "Societé Française des Pyrites de Huelva".

El criadero esta formado por varias masas alargadas y estrechas que parecen más bien filones: "Lomero" a Levante, "Central" y "Poyatos", el más occidental, armando en contacto con pizarras por el Norte, muy blandas y descompuestas, y diabasas por el Sur. Los criaderos a nivel 180 m (piso 5º) están unidos en sus 900 m de corrida. La montera alcanzaba solamente 4 m de espesor máximo y, aunque siempre han sido consideradas como de origen siluriano, su clasificación como tal es, según Pinedo, cuando menos dudosa.

Al mismo tiempo, al ser tan variadas sus mineralizaciones, esta mina constituye un magnífico campo de estudio de los oscuros problemas relacionados con la geología y génesis de las piritas onubenses.

Por la naturaleza de sus minerales, bastante pobres en cobre, con alguna blenda y escasos sulfuros, esta mina pertenece más al grupo de las minas de hierro, lo que explica llegara a principios de siglo XX casi sin explotar.

No se citan trabajos romanos, pero los escoriales próximos al Pozo Poyatos indican laboreo de minas de cobre, típicos de labores romanas.

En el siglo XIX, en 1853, se realiza una concesión en Poyatos a favor de D. Ernesto Deligny, por lo que esta mina, pasó como las demás estudiadas por el ingeniero belga, a ser propiedad de la "Compagnie des Mines de Cuivre d 'Huelva", siendo poco después arrendada a un minero de la región, el cual en 1877 descubre, a Poniente de esta masa, la que actualmente conocemos como "El Lomero". Inicialmente se encontraron leyes algo más altas que en Poyatos, por lo que se comenzó una pequeña labor a cielo abierto que alcanzó una exigua profundidad de 5 m. Entre 1864 y 1867 se extrajeron de Poyatos 10.400 Tm de mineral con ley de cobre inferior a 1.5%. Años más tarde también se explotaría Poyatos a cielo abierto, siendo por entonces, hacia 1886, propiedad de la "Compagnie des Mines de Cuivre d 'Aguas Teñidas" que también era dueña de Aguas Teñidas y Confesionarios. Esta compañía entre 1886 y 1877 construyó el primitivo ramal ferroviario que enlazó Lomero Poyatos con Valdelamusa y comenzó la renovación de las instalaciones mineras.

Fue adquirida en 1899 por la "Sociedad Francesa de Piritas de Huelva" que la explotaría de forma continuada hasta su cierre, allá por la década de los años 1970, aunque el pozo Renato continuó en explotación hasta febrero de 1985. Esta empresa francesa siempre se caracterizó por disponer de cuadros técnicos muy preparados y fue la primera empresa minera que abandonó en Huelva el sistema de huecos y pilares para implantar, en cada mina, el sistema más adecuado en cada caso. En Lomero-Poyatos el sistema elegido fue el de "fajas horizontales ascendentes", siendo posteriormente sustituido, a mitad del siglo XX, por un método novedoso de "fajas descendentes con hundimiento del techo en retirada", más provechoso y económico (Pinedo, 1963).

La masa central de Lomero Poyatos tiene una alta ley de cobre. La extracción se hacía por el pozo "Renato", piso 6º, al nivel 221.55 m, mientras que los otros dos (Lomero y Poyatos) solamente llegan al piso 2 (92 m), usados como ventilación y salida de emergencia. La capacidad de extracción era de 20 Tm/hora, mientras que la nueva instalación, de estilo francés construida el año 1962, alcanzaría las 500 Tm por relevo, a una profundidad de 350 m. El pozo Renato es circular, de 3.8 m de diámetro, está revestido por una capa de ladrillo de medio metro de espesor. Se conserva allí el primer malacate de nuestra provincia con la máquina de extracción en su parte superior. 

Las producciones fueron entre 1859 y 1960 de 1.568.244 Tm de mineral, con máximo en 1930, con 58.409 Tm ese año. Las reservas de diversos minerales, en Tm, estimadas en Lomero son de 850.000, en la masa central de 280.000 y en Poyatos de 900.000, lo que supone un total de 2.030.000,Tm, de las que 280.000 corresponden a pirita ferrocobriza.

En 1981 había en Lomero un total de 116 trabajadores, siendo su plantilla anulada al cierre, en 1985 (Carvajal, op. cit.). En 1983 esta mina obtuvo 80.000 Tm de mineral.

TEXTO: José María González.

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